Cosechando los frutos del intercambio academico

Cosechando los frutos del intercambio academico
Alumnitreffen 2008 - expositores: Dr. Dario Osechas, Ing. B. Contreras, Ing. Alexis León, Arq. MRA. Marjorie Páez, Dra. Gloria Herrmann, Prof. Makram Haluani PhD, Econ. Carrero, Ing. Hugo Pernía

sábado, 29 de octubre de 2011

1975: el primer envío de becarios

Con la ayuda de varios ex becarios  hemos podido ir recordando el proceso  los primeros egresados venezolanos producto de un programa nacido en la democracia, y que alcanzó a todas las capas de la población juvenil de su generación. 


Hace 36 años, un pequeño grupo de jovenes bachilleres fueron seleccionados a nivel nacional para ser enviados por el Estado Venezolano para su formación profesional, técnica y científica, gracias a un plan preparado desde la Presidencia de la República (CORDIPLAN) para llenar las necesidades futuras de las industrias mineras, petroquímica y petrolera de Venezuela.

Esos años eran de mucho empuje económico, de la nacionalización de la industria del hierro y del petróleo. Eran los años de la Gran Venezuela, del gran salto hacia adelante, la de una bonanza nunca antes conocida: el Presidente de la República de Venezuelaera el Sr. Carlos Andrés Pérez Rodríguez (1922-2010).

Especial aporte lo han hecho para el siguiente relato, los señores Ing. Williams Villasmil, Ing. Víctor Pérez y el Ing. Betulio Rojas, a quienes expresamos nuestro agradecimiento por compartir sus histórias, pues se encuentran entre el primer grupo de becarios oficiales de instituciones en un marco de cooperación internacional de gobierno-a-gobierno.

Introducción


Relatan quienes vivieron esa época como estudiantes de bachillerato[1], que la promoción del Programa de Becas “Gran Mariscal de Ayacucho” fue realizado a nivel nacional en forma masiva, por personal del área educativa enviado a todos los planteles o liceos en las principales ciudades de la República, y se entregaba una planilla a todos los estudiantes del 4to y 5to año de bachillerato; este esfuerzo de promoción de estas becas tomó incluso un nivel de formalidad y  alcance comparable con el de las academias militares[2]. La planilla de este programa de becas pasó a las manos de toda una generación de estudiantes en todos los liceos de la nación, y cada futuro bachiller llevó la mencionada “planilla” a ser discutida con sus familias, y probablemente  no fueron pocos quienes procedieron a llenar con sus datos en dicha planilla pese a las dudas o preocupaciones razonables de sus padres y representantes, pues se abrían para estos jóvenes, posibilidades nunca pensadas en ciertos estratos socio-económicos, o en las poblaciones del interior de la nación. El único requisito importante que se solicitaba en esa planilla, era el de tener excelentes o buenas notas académicas, y la indicación del área preferencial de estudios, de acuerdo a una lista de opciones ya pre-seleccionadas. En todas las capitales de los estados del país, por ejemplo en las oficinas de los principales liceos y en las sedes de las zonas educativas correspondientes, se colocaron grandes buzones para recibir estas planillas con las postulaciones para estas becas[3], puesto que estas documentaciones eran enviadas en forma expedita a Caracas, para ser procesadas y analizadas.


[1] El Gobierno del Dr. Rafael Caldera (1969-1974) reformó la educación a nivel de bachillerato (es decir, la que sigue luego de los 6 primeros años de educación escolar básica), separándolo en 2 niveles: el Ciclo Básico Común (de tres años), a los que luego seguía el Ciclo Diversificado (2 años). En general, a las etapas del 1er y 2do año del Ciclo Diversificado, se les denomina en forma popular, 4to y 5to año de bachillerato.
[2] En aquellos años, oficiales de la Fuerzas Armadas visitaban los liceos de la República, en promoción del ingreso de jóvenes en la vida profesional castrense.
[3] Estos buzones también llegaron a estar dentro de las sedes regionales del partido Acción Democrática, pero no hay constancia que se haya aplicado discriminación política en la recepción o tramitación de las solicitudes.

El convenio CDG-PBGMA

En el año 1975 se acordó  un convenio de colaboración entre PBGMA (Programa de Becas Gran Mariscal de Ayacucho, posteriormente administrado por Fundayacucho) y la “Carl Duisberg Gemeinnützige Gesellschaft mbH” o CDG (Köln, Alemania) que se orientó especialmente hacia la supervisión y administración de los becarios venezolanos en ese país europeo (Fundayacucho, 1986). Este convenio se mantuvo activo hasta marzo del año 1986. 


Un pequeño grupo de valientes

En el año 1975, se hace el primer anuncio de selección de becarios del Plan Gran Mariscal de Ayacucho, para los estudios de pregrado universitario en Alemania. El siguiente aviso de convocatoria de CORDIPLAN (aparecido en el Diario El Meridiano, Marzo de 1975) para el primer grupo de jóvenes seleccionados para cursar pregrados en Alemania. De un total de 64 convocados, finalmente fueron seleccionados 39 becarios. 



Para principios del mes de Abril de 1975, la Secretaría Ejecutiva del PBGMA hizo una selección final de los becarios, siendo elegidos finalmente un total de 39 personas, incluyendo 10 mujeres. Una vez superados los requisitos formales del proceso de selección y reclutamiento, todos los 39 seleccionados del PBGMA, fueron preparados metodológicamente en Caracas antes de emprender su viaje de destino a Alemania, en donde serían recibidos por la CDG en la ciudad de Saarbrücken, en un centro especial de acogida temporal para los estudiantes extranjeros procedentes de países en vías de desarrollo.

La preparación sistemática


Durante las últimas tres semanas del mes de abril de 1975, los becarios seleccionados recibieron un intenso asesoramiento en la sede de la Asociación Cultural Humboldt (Caracas) por parte de técnicos tanto del PBGMA y de la CDG, respecto a la vida en la República Federal de Alemania, incluyendo la cultura, la economía, la política y además, presentando exámenes de comprobación sobre el aprendizaje de idiomas. El día 03 de Mayo de 1975, estos becarios llegaron al Centro de Recepción Saarbrücken (Saarbrücker Empfangszentrum) de la CDG, a fin de ser preparados por un máximo de 1 mes, antes de ser enviados a diferentes escuelas de idiomas ubicadas en la RFA, para un curso de  6 meses de idioma alemán, y posteriormente, proceder con el  inicio de los estudios en las respectivas universidades que ya hubiesen concedido los correspondientes cupos (CDG 1975).



La importancia de un socio confiable.


Relatan quienes fueron beneficiarios del convenio de cooperación FGMA-CDG, es decir ex becarios, que la asesoría personalizada del personal técnico de la CDG fue un factor determinante del éxito de quienes estudiaron en el período 1975-1986. El acompañamiento a todos los becarios en todas las etapas de su tiempo de estudio, tanto del idioma alemán como de la carrera universitaria, era del tipo personal y con designación de un tutor académico que ejercía un papel mentor en cada estudiante, incluso diseñando la estructura más apropiada de la carga académica acorde con el estudiante o tutorado. Se menciona que incluso la tramitación de las pasantías profesionales requeridas según el tipo de carrera profesional, eran promovidas por esta sociedad, trayendo consigo una ventaja muy notable para el estudiante. El acompañamiento profesional del personal de esta institución incluso llegaba a la reubicación de los becarios, asesoramiento respecto de temas culturales, de vestido, de salud y de re-integración al término del período de estudios en Alemania.


La Sociedad Carl Duisberg (Carl Duisberg Gesellschaft), es una asociación alemana creada en 1962 en memoria del empresario Carl Duisberg, apoyada tanto por la industria como por el Estado Alemán. Por varias décadas la CDG ha trabajado por encargo del gobierno alemán en la capacitación de personas de países de América Latina, África y Asia. Esta sociedad  es una asociación de benefactores para el fomento de la Ciencia y las Humanidades, y se concibió como una agencia promotora de Recursos Humanos. 


 Parte de estas historias y relatos están en el libro "Los Alumni de Alemania. Unidos por Venezuela", escrito por Hugo Pernía.