Das schoenste Denkmal,
das ein Mensch bekommen kann,
steht in den Herzen der Mitmenschen
das ein Mensch bekommen kann,
steht in den Herzen der Mitmenschen
Albert Schweitzer
Dedicamos esta entrada a nuestro querido amigo, maestro y compañero ROLF BECKER BECKER, quien a fallecido en Caracas en este día: en nuestros corazones te quedas tu para siempre ; In unserem Herzen bleibst Du fuer immer und ewig.
Con la partida inesperada de Rolf Becker perdemos un gran consejero un comprometido compañero y colega, con toda una experiencia de vida al servicio de su país, y con una historia familiar de reseña. Nuestra palabra de condolencia a su familia: su esposa Karin, sus hijas Yvonne y Claudia, y su hermano Erik.
El Dr. Rolf Becker Becker obtuvo el título de Ingeniero Químico en la Universidad Central de Venezuela (1962), el Doctorado en Ingeniería Mecánica y de Procesos en la Universidad de Karlsruhe (1969), y el título de Abogado de la Universidad Central de Venezuela (1993). Adicionalmente, obtuvo certificados del Management Development Program de Texas A&M (1968), Executive Business Administration de la University of Michigan (1986), y en Patentes, Secretos Industriales y Licencias del Franklin Pierce Law Center (1988). En la foto proveniente del álbum familiar de la Familia Becker Mulich, se aprecia al Dr. Becker con sus dos hijas.
Si este grupo ha logrado que los encuentros tipo tertulia, Stammtisch, hayan pasado a ser el signo distintivo y más regular a lo largo de los últimos 15 años, es porque ha tenido en personas como Rolf, la noción que estos hechos sociales son casi que una institución, especialmente en relación con el encuentro generacional y diplomático que allí se sucede.
* * * * *
En fecha reciente, la historia de la Familia Becker Becker fue comentada por la Señora Carolina Jaimes, Branger en la prensa nacional, en dos artículos que se anexan (tomado de El Universal, y/o, Noticiero Digital).
Con la partida inesperada de Rolf Becker perdemos un gran consejero un comprometido compañero y colega, con toda una experiencia de vida al servicio de su país, y con una historia familiar de reseña. Nuestra palabra de condolencia a su familia: su esposa Karin, sus hijas Yvonne y Claudia, y su hermano Erik.
El Dr. Rolf Becker Becker obtuvo el título de Ingeniero Químico en la Universidad Central de Venezuela (1962), el Doctorado en Ingeniería Mecánica y de Procesos en la Universidad de Karlsruhe (1969), y el título de Abogado de la Universidad Central de Venezuela (1993). Adicionalmente, obtuvo certificados del Management Development Program de Texas A&M (1968), Executive Business Administration de la University of Michigan (1986), y en Patentes, Secretos Industriales y Licencias del Franklin Pierce Law Center (1988). En la foto proveniente del álbum familiar de la Familia Becker Mulich, se aprecia al Dr. Becker con sus dos hijas.
Si este grupo ha logrado que los encuentros tipo tertulia, Stammtisch, hayan pasado a ser el signo distintivo y más regular a lo largo de los últimos 15 años, es porque ha tenido en personas como Rolf, la noción que estos hechos sociales son casi que una institución, especialmente en relación con el encuentro generacional y diplomático que allí se sucede.
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En fecha reciente, la historia de la Familia Becker Becker fue comentada por la Señora Carolina Jaimes, Branger en la prensa nacional, en dos artículos que se anexan (tomado de El Universal, y/o, Noticiero Digital).
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Opinión
Carolina Jaimes Branger
Noticiero Digital
Una bella historia; para mi amigo Rolf Becker, quien compartió conmigo esta bella historia. Venezuela está llena de bellas historias. La historia oficial narra algunas. Y hay muchas otras que vale la pena conocer para divulgarlas, como ésta que les voy a narrar.
El doctor Hans Becker fue un geólogo, paleontólogo y vulcanólogo alemán que trabajaba en la Universidad de Leipzig. De naturaleza pacifista, siempre se manifestó contrario a los gobiernos dictatoriales. No pasó mucho tiempo antes de que el régimen nazi lo despidiera.
En 1936 emigró a China donde le dieron la Cátedra de Geología en la Universidad de Nanking. En noviembre del año 1938 nació Rolf, su primer hijo, en la ciudad de Chongking. Sin embargo, ya había estallado la guerra chino-japonesa, y el doctor Becker, nuevamente, optó por abandonar un escenario bélico. Esta vez el destino fueron los Estados Unidos donde consiguió trabajo en la petrolera Socony Vacum en Nueva York. Pero en aquellos días las cuotas de inmigración para ciudadanos chinos estaba copada y Rolf no podía permanecer durante largo tiempo en el país, situación que motivó a la empresa petrolera a enviar al Dr. Becker a Venezuela, donde llegó en el año 1939, por el puerto de Guanta. El 20 de noviembre de 1939, también por Guanta, llegaron su esposa Hertha Becker y el pequeño Rolf. Se radicaron en el campamento de la Socony Vacum en Pariaguán.
Los siguientes años fueron años felices. El Dr. Becker trabajaba, Rolf crecía y Hertha estaba por completo dedicada a la comunidad, entre otras cosas estableció un kinder en el pueblo, entrenó a unas jóvenes como kindergarterinas, que más tarde se hicieron normalistas y fueron maestras en el Colegio Miguel Antonio Caro. En abril de 1943 nació el segundo hijo, Erik.
Pero la desgracia tocó la puerta de la pequeña y próspera familia: como consecuencia de sus constantes trabajos de campo, el doctor Becker contrajo paludismo, que se le complicó con una infección renal y falleció en agosto de ese mismo año. Para remate, la casa donde vivían se quemó.
Hilde Halle era una señora judía que por las leyes nazis había tenido que dejar sus estudios de medicina en Alemania y trabajaba como enfermera en la medicatura rural de Morichal. Ella y Hertha Becker se hicieron amigas, a pesar de estar en pleno apogeo de la persecución de los judíos en Alemania.
La señora Halle, en un acto de generosidad ilimitada, en pleno apogeo del nazismo y la persecución de los judíos en Alemania, cruzó a nado un río crecido para acompañar y asistir a la señora Becker y a sus dos criaturas de cuatro años y 8 meses, y la envió donde su madre en Caracas. Toda esa familia, sus allegados y miembros de la comunidad judía ayudaron a la señora Becker a conseguir un trabajo digno. Mientras, la proveyeron de vivienda, ropa, comida. Más tarde, cuando comenzó la reconstrucción de Alemania con el nuevo Gobierno alemán, asistieron nuevamente a la señora Becker. Esa ayuda ayuda desinteresada y noble permitió que la viuda y sus hijitos salieran adelante.
La señora Becker crió a sus hijos con ese ejemplo: prestar ayuda sin mirar a quién. La lección se sigue transmitiendo a los nuevos miembros de la familia, porque gracias a esos nobles judíos, Rolf estudió Ingeniería y Derecho, se dedicó durante 30 años a la Industria Petroquímica y a la Industria Petrolera. Actualmente está jubilado y se dedica a la Propiedad Intelectual como Abogado de Patentes. Su hermano Erik ha sido embajador de Venezuela en Bulgaria, en la antigua República Democrática Alemana y en la República Federal Alemana. Fue Director de Protocolo en la Cancillería y Concejal y Vicepresidente del Concejo del Municipio Sucre.
Y es que afortunadamente para todos, por encima de los odios, las mezquindades y las bajezas, los sentimientos elevados siempre se levantan para dar a la Humanidad la esperanza de que vale la pena seguir adelante, anhelando y difundiendo el bien.
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AVERFA
Carolina Jaimes Branger
Noticiero Digital
Una bella historia; para mi amigo Rolf Becker, quien compartió conmigo esta bella historia. Venezuela está llena de bellas historias. La historia oficial narra algunas. Y hay muchas otras que vale la pena conocer para divulgarlas, como ésta que les voy a narrar.
El doctor Hans Becker fue un geólogo, paleontólogo y vulcanólogo alemán que trabajaba en la Universidad de Leipzig. De naturaleza pacifista, siempre se manifestó contrario a los gobiernos dictatoriales. No pasó mucho tiempo antes de que el régimen nazi lo despidiera.
En 1936 emigró a China donde le dieron la Cátedra de Geología en la Universidad de Nanking. En noviembre del año 1938 nació Rolf, su primer hijo, en la ciudad de Chongking. Sin embargo, ya había estallado la guerra chino-japonesa, y el doctor Becker, nuevamente, optó por abandonar un escenario bélico. Esta vez el destino fueron los Estados Unidos donde consiguió trabajo en la petrolera Socony Vacum en Nueva York. Pero en aquellos días las cuotas de inmigración para ciudadanos chinos estaba copada y Rolf no podía permanecer durante largo tiempo en el país, situación que motivó a la empresa petrolera a enviar al Dr. Becker a Venezuela, donde llegó en el año 1939, por el puerto de Guanta. El 20 de noviembre de 1939, también por Guanta, llegaron su esposa Hertha Becker y el pequeño Rolf. Se radicaron en el campamento de la Socony Vacum en Pariaguán.
Los siguientes años fueron años felices. El Dr. Becker trabajaba, Rolf crecía y Hertha estaba por completo dedicada a la comunidad, entre otras cosas estableció un kinder en el pueblo, entrenó a unas jóvenes como kindergarterinas, que más tarde se hicieron normalistas y fueron maestras en el Colegio Miguel Antonio Caro. En abril de 1943 nació el segundo hijo, Erik.
Pero la desgracia tocó la puerta de la pequeña y próspera familia: como consecuencia de sus constantes trabajos de campo, el doctor Becker contrajo paludismo, que se le complicó con una infección renal y falleció en agosto de ese mismo año. Para remate, la casa donde vivían se quemó.
Hilde Halle era una señora judía que por las leyes nazis había tenido que dejar sus estudios de medicina en Alemania y trabajaba como enfermera en la medicatura rural de Morichal. Ella y Hertha Becker se hicieron amigas, a pesar de estar en pleno apogeo de la persecución de los judíos en Alemania.
La señora Halle, en un acto de generosidad ilimitada, en pleno apogeo del nazismo y la persecución de los judíos en Alemania, cruzó a nado un río crecido para acompañar y asistir a la señora Becker y a sus dos criaturas de cuatro años y 8 meses, y la envió donde su madre en Caracas. Toda esa familia, sus allegados y miembros de la comunidad judía ayudaron a la señora Becker a conseguir un trabajo digno. Mientras, la proveyeron de vivienda, ropa, comida. Más tarde, cuando comenzó la reconstrucción de Alemania con el nuevo Gobierno alemán, asistieron nuevamente a la señora Becker. Esa ayuda ayuda desinteresada y noble permitió que la viuda y sus hijitos salieran adelante.
La señora Becker crió a sus hijos con ese ejemplo: prestar ayuda sin mirar a quién. La lección se sigue transmitiendo a los nuevos miembros de la familia, porque gracias a esos nobles judíos, Rolf estudió Ingeniería y Derecho, se dedicó durante 30 años a la Industria Petroquímica y a la Industria Petrolera. Actualmente está jubilado y se dedica a la Propiedad Intelectual como Abogado de Patentes. Su hermano Erik ha sido embajador de Venezuela en Bulgaria, en la antigua República Democrática Alemana y en la República Federal Alemana. Fue Director de Protocolo en la Cancillería y Concejal y Vicepresidente del Concejo del Municipio Sucre.
Y es que afortunadamente para todos, por encima de los odios, las mezquindades y las bajezas, los sentimientos elevados siempre se levantan para dar a la Humanidad la esperanza de que vale la pena seguir adelante, anhelando y difundiendo el bien.
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Menschen die wir lieben, bleiben fuer immer,
denn sie hinterlassen Spuren in unseren Herzen.
denn sie hinterlassen Spuren in unseren Herzen.
AVERFA